Domingo 1 de Enero de 2017, desde la
habitación 38 del Sunflower Guest House
La llegada al mostrador de Air
India en Barajas fue tal como me esperaba…31 de Diciembre…la mayoría de las
familias estarán preparando sus cenas de nochevieja asi que… ¿quien va a estar
en Barajas a estas horas?... y la verdad es que cuando llego no puedo evitar
reírme sola… me acerco con la maleta mientras espero a que llegue Laura y efectivamente
de un plumazo me pongo en modo india...y me temo que embarcaremos ya con olor a
masala... el 95% de la cola para facturar son indios y unos cuantos, muy pocos,
locos españoles que no hemos encontrado mejor manera para poner el broche de
oro al 2016 e iniciar el 2017 huyendo lejos de las rutinas. Ahora si...¡¡¡¡Nos
vamos a Calcuta!!!!
Salimos con retraso… ¡por poco
nos comemos las uvas en España! La experiencia en Air India no tiene nada que
ver con Emirates…eso no me lo puede negar nadie…pero reconozco que además de
mas barato (porque se nota nada mas ver el avión)…también es mucho mas especial…mas
autentico…desde que subimos al avión en Barajas y la azafata nos saluda con una
bendición y sus manos unidas…ya tenemos impregnado el olor a especias… a comida…olor
a India…y yo me empiezo a agobiar por esa mezcla de olores…que soy incapaz de
describir…y se lo digo a Laura…¿no huele un poco a pies…?...Cenamos nada mas
despegar…bueno en realidad levantamos la tapa del plato y tal cual volvemos a
ponerla porque el aroma a cardamomo me llega a marear…creo que por este año me
salto la cena de nochevieja…eso si…las uvas no faltan…parece que somos las únicas
del avión que las vamos a tomar…y lo hacemos medio a escondidas…entre
autenticas carcajadas...casi me ahogo de verme en esa situación…pero cuando nos
metemos la ultima uva a la boca desde la parte de atrás del avión se oyen
palmas y ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!.... El resto de la noche intentamos dormir…y yo
me paso la noche entera dando vueltas sin conseguir pegar ojo…noche larga…muy
larga…
Por fin llegamos a Calcuta después
de una breve escala en Delhi, ha sido un viaje largo, estoy cansadísima pero ha
sido fácil. Esperando las maletas se nos acerca un blanquito con bastante pinta
de güiri y de voluntario por el mundo…y nos pregunta de donde somos…y si…me lo
temia…quiere que compartamos taxi para ir a Sudder Street…asi que hacemos cola
para contratar el taxi de prepago…pero se hace eterno…no hay taxis y estamos
mas de media hora de planton esperando…y peleando para que los indios listos no
se nos cuelen…son expertos…pero conmigo no pueden...que ya nos conocemos.... Mientras
tanto el amigo que resulta que es Belga me cuenta sus aventuras…viene de
Valencia donde ha estado trabajando dos meses y llego a Madrid en autobús…desde
la parada de bus se fue dice… dando un paseo andando… hasta el aeropuerto… un
loquito… piltrafillas por el mundo…ya sabemos porque quiere compartir taxi…y
sabiendo de que palo viene le recomiendo el antro mas barato de la calle para
dormir…
Y por fin salimos del
aeropuerto y cogemos el taxi…me siento delante…y dejo a Laura con el amigo Belga
detrás…Necesito el silencio de ese primer viaje en taxi hacia el Hotel… Necesito ese silencio para percibir de nuevo
cada olor, cada imagen, cada mirada….y me sorprendo porque Calcuta huele
distinto, tenemos unos 20 grados de temperatura... no hay nada de humedad...
son casi las 18h y ya es de noche... nos encontramos con una Calcuta escondida
entre la niebla…pero no estoy segura de si es niebla o es mas bien
contaminación y suciedad... o el humo que sale de cada casa, de cada puesto en
la calle, donde queman todos los desperdicios... Entra algo de frescor por la
ventanilla del taxi y se agradece esta bienvenida…
Nos encontramos con el caos de
siempre…la misma gente que nos mira con intensidad…con esas miradas curiosas
que ya no nos sorprenden tanto... nos encontramos con las mismas rutinas...
pero en esta ocasión todo es diferente… las luces en las casas y en las calles,
las ferias en cada esquina... la música en cada rincón… una avalancha de
colores y sensaciones que nos recuerdan que estamos en Navidad y que hoy
comienza un nuevo año...
Durante el camino pienso en
estos próximos 7 dias...pienso en el horror de esta ciudad….que nunca cambia…pienso
en que llevo días haciendo balance de lo bueno y lo malo del 2016, pensando en
lo que voy a cambiar, en lo que voy a dejar de hacer…y pienso en los millones
de personas que vieven aquí a los que no les cambia absolutamente nada…pienso en
toda esta gente que esta aquí, en la misma calle, con la misma postura…que
celebran la Navidad, pero que viven cada dia por sobrevivir sin pensar mas alla
de lo que esta ocuerriendo aquí y ahora…y es extraño amigos…que mundos tan
diferentes…
Quiero ver ya a los niños...a
los poquitos que esten...quiero ver al Brother...y entender de alguna manera…una
vez mas…nada mas verles…porque estoy aquí y porque hago todo esto... Cada viaje
se hace mas cuesta arriba… de alguna manera he ido perdiendo un poco la ilusión
de los primeros viajes… quizá necesito venir siempre con gente nueva que me
pegue un poquito de esa ilusión de la primera vez que ves y sientes las cosas…
No se porque todo esto cada vez me aturde mas…y me hace daño…pero trato de
tranquilizarme…porque toda esta pereza que siento ahora…todo ese dolor de los
pasados meses…mañana quizá se me olivide nada mas ver a los niños…asi que hoy…quiero
llegar ya…instalarme…descansar…dormir lo que pueda y hacer que llegue lo antes
posible ese reencuentro.
Sudder Street esta plagada de
luces de Navidad…y nada mas entrar en la calle lo primero que pienso es que
estos indios no tienen termino medio y no pueden ser mas horteras…intentamos
alojarnos en el Galaxy pero esta completo…por algo es de lo mejorcito de Sudder
Street…asi que volvemos al Hogar y nos dirijimos al Sunflower Guest House…y nos
reciben como si fueramos de la familia…todo son sonrisas y saludos de
bienvenida…parece que no ha pasado el tiempo…y al subir a la recepcion me
parece que me voy a encontrar a Alba, a Marina o a Rita saliendo de su habitación…se echa de
menos a la gente…
La llegada a Sudder es como siempre
una vuelta al hogar, a los amigos, a la gran familia india de la calle…y una
vez mas nuestras rutinas Calcuteñas…cambio de dinero, cena en el Spanish…tarjeta
india para el móvil…un chai con los hermanos…y compras de productos básicos de
aseo en el More de la calle de los bomberos…
Y por supuesto…la llegada de la
noche…la ducha… de agua fría… (en esta ocasión creo que si que voy a echar de
menos el agua calentita…) y mi momento frente al folio en blanco para contaros
lo que ha sido el dia y acercaros un poquito a mi querida Calcuta…y sentiros a
todos a mi lado…
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