Hace ya tres semanas que volví de
Calcuta y todavía no he regresado del todo…
De hecho, ahora que pienso en
esto con tranquilidad…hace 5 años que viaje por primera vez a esta ciudad… o quizá
sería mejor hablar de este “planeta”…un
planeta radicalmente distinto de lo que estamos acostumbrados a ver, oír, oler,
tocar y sentir…y la verdad es que nunca he conseguido volver del todo a España…
algo importante dentro de mi… se quedó allí y no se a estas alturas si algún día
regresará de nuevo…
Una amiga con la que he viajado
este año hacia un comentario el otro día…”es
un poco como… vivir atada a una cuerda y de alguna manera extraña algo tira de
ti por los dos extremos de esa cuerda”… Si amigos, no se podría describir
mejor… esa es exactamente la sensación con la que tenemos que aprender a vivir algunos
de nosotros después de un viaje como este…algunos de nosotros a los que este “planeta”
nos ha dado la vuelta del revés… Por un lado, tira fuerte de nosotros todo lo
que nos ata aquí... la familia, los amigos, el trabajo… las cosas materiales de
las que dependemos… y por otro lado… tira ese “planeta”… caótico, atemporal,
divertido, incomprensible, inabarcable… India es eso y es pobreza, enfermedad,
suciedad, es espiritualidad pero también es alegría y amor en su más amplio
sentido… ¡¡cómo no va a tirar de nosotros algo así!!...La cuestión es si esa
cuerda mantendrá el equilibrio o terminara cediendo hacia uno de esos dos
extremos… el tiempo lo dirá…
Muchos de vosotros me habéis reclamado
unas palabras durante este último viaje…empecé con fuerza a contarlo todo… con
todos los detalles…como cada año… Pero no sé qué ha pasado en esta ocasión…que
no fui capaz de continuar… una mezcla de cansancio total al final del día y de
no encontrar el momento para sentarme… esos momentos para mí, esa soledad que
necesito tanto… Además de una pequeña crisis de página en blanco que he de
confesar... Todo esto me impidió continuar el relato… Es como si mi cerebro en
esta ocasión se hubiese quedado sin fuerzas al final del día…y fueron pasando
esos días… y se acabó el viaje…y volví… pero volví con todos y cada uno de los momentos
vividos grabados como siempre en mi cabeza y en mi corazón para toda la vida…
Parece que la inspiración ahora ha
vuelto…afortunadamente…y especialmente para mi…por que de vez en cuando os
confieso que me permito el lujo de dedicarme a mí un poco…y me recreo sola en
casa releyendo las experiencias de estos cinco años y me emociono cada vez que
leo y revivo esos momentos, al volver a sentir en la distancia esa felicidad, esa
alegría allí vivida no solo con los niños o con el Brother…también con las
decenas de voluntarios que han pasado por allí y que considero grandes amigos… ¡¡mi gran
familia india que cada año se hace más grande!!
India me ha dado muchas cosas…tantas
que son imposibles de resumir…algunas que guardo solo para mi…pero quizá lo que
más valoro de lo que me ha dado ese “planeta” es la gente…
Los AMIGOS… Si, los AMIGOS con
mayúsculas… como decía, una gran familia… imposible nombrarlos a todos… Amigos
casi de siempre…con los que compartí experiencias al volver de esos primeros
viajes y que finalmente quisieron aventurarse conmigo… Amigos con los que
siento, que después del viaje, no nos separara nada ni nadie… India creo unos
lazos que no se romperán en la vida… Amigos que me encontré en el camino… Amigos
que se quedaron para siempre a mi lado y otros a los que no veo pero siento
muy, muy cerca… Amigos que aunque no hayan viajado a India y no lo harán nunca,
me escuchan con paciencia e intentan comprenderme y consolarme en los peores
momentos…esa gente que siempre estará a tu lado para lo bueno y lo malo! El auténtico
regalo de la vida!!! Os quiero a todos y aprovecho estas líneas para declararlo
abiertamente… me siento muy, muy, muy afortunada por teneros a todos y cada uno
de vosotros…
Este último viaje ha sido
especial, todos lo son de alguna manera, pero los viajes de febrero es verdad
que son especialmente intensos…son muy pocos días y hay mucho, mucho por hacer…
Viajé en esta ocasión en compañía de gente especial, gente con ganas de conocer
el proyecto y empaparse… gente muy cercana que han sufrido de alguna manera
todos mis relatos estos años y que han querido vivirlo en primera persona…
Amigas ya… a las que he sentido que tenía que cuidar especialmente… y que han
respondido tal y como esperaba… ¡¡UN LUJO DE COMPAÑÍA!!
Este viaje ha servido además para
tranquilizarme en parte…volví a España en Agosto muy preocupada…preocupada por
Raju y por sus crisis epilépticas…preocupada por Rashida y por la situación económica
de su madre…preocupada por el director del cole, las exigencias a estos niños…las
pocas horas de sueño…preocupada por los últimos casamientos…Y desde que volví
en Agosto todo eso ha rondado mi cabeza cada día… y es que la vuelta es dura…
no me canso de repetírselo a los voluntarios que viajan con nosotros cada año… y
más dura…si vuelves con la sensación de dejar todo a medias…de no haber cerrado
algunas cosas importantes…
Así volví este pasado verano… y es
verdad que hablo casi cada día con el Brother… pero de repente… parece que el vínculo
que creamos con esos niños cuando estamos allí… al aterrizar en España se rompe
un poco…y es extraño porque dejas de estar en su día a día… pero les recuerdas
cada hora… Están lejos y el no tener información… a veces desespera…
Cuando uno regresa meses después…
no sabe bien que se va a encontrar…y confieso que en esta ocasión… esa sensación
de incertidumbre…me llevaba a viajar con miedo…miedo de lo que me iba a
encontrar…o mejor dicho de los que podría no encontrarme… no encontrarme con
Rashida y de enterarme que la han casado o de que ha vuelto con su madre…miedo
de que a Raju le haya pasado algo… miedo de lo que haya podido pasar allí en
nuestra ausencia y que no hayamos podido hacer nada de nada…
Al entrar en el colegio lo
primero que hago es buscarles con la mirada…pregunto por ellos y solo saber que
están allí y están bien…hace que respire tranquila…después de tantos meses…
Rashida está allí como siempre…
su madre está bien y ella parece feliz…hemos hablado largo y tendido… hemos
compartido cartas y confesiones… ¡se ha cortado esa larguísima melena después de
pedírselo tantas veces! Y me ha asegurado que seguirá estudiando y que si en algún
momento se va del colegio me buscará, me escribirá… porque somos “hermanas” y no nos separará nada ni
nadie…ojala sea así…
Rajú ha tenido algunas crisis más…esta
delgado…muy, muy delgado…nos cuesta días que nos confiesen que ha vuelto a
tener esas crisis…que difíciles son las cosas en ese colegio a veces… Pero Rajú
ya está medicado y esperamos que no vuelvan a ocurrir… Rajú sigue tan cariñoso
como siempre y a pesar de que ya tiene unos 14-15 años…sigue cogiéndonos de la
mano cuando nos ve y apretándola fuerte…le brillan los ojos…esos ojos grandes…y
nos busca cuando estamos por allí cerca… Amigos… es maravilloso tener el
privilegio de ver crecer a estos niños…
Al fin y al cabo…la vida sigue en
Kobardanga…y nada más entrar allí, al menos yo, tengo la sensación de no
haberme ido nunca… y en realidad es así… porque aunque físicamente me separe de
ellos y vuelva aquí… no les olvido ni un solo día… he cambiado mi vida y vivo
en parte para ellos…
Hoy leía esto en la prensa…una
frase de Ana Ferrer…presidenta de la Fundación Vicente Ferrer…con la que quiero
acabar esta entrada del Blog… ”Vicente
siempre decía que no existe otra posibilidad en el mundo que preocuparse por
los demás y por el injusto orden del mundo del que formamos parte”… no
puedo estar más de acuerdo… apostemos por los demás…desde la más absoluta
sinceridad…