Jueves 5 de Abril de 2018 desde el
Sunflower.
Contemplar
no es perder el tiempo, sino entrar en relación con las cosas, encontrarnos con
una realidad que muchas veces nos sorprende y nos sobrecoge... así me siento en
Calcuta...
Me faltan
ojos y tiempo pare verlo todo y disfrutar de ello... disfrutar de la belleza de
lo pequeño, de lo que con frecuencia pasa desapercibido ante el ruido que hacen
otras cosas más grandes… y creerme que en Calcuta hay mucho, mucho ruido…cosas
más grandes pero que no son ni más bellas ni más verdaderas. Calcuta es una
ciudad en la que hay mucha más bondad de la que podemos llegar a imaginar y es que
la humanidad sigue haciendo cosas extraordinarias a pesar de los errores que
también cometemos… y aquí en esta ciudad se han cometido muchos…
La belleza
de Calcuta está aho… en las sonrisas y en las miradas que te atraviesan el
alma... en los saris de colores... en cualquier puesto de comida de la calle...
en los zapateros que trabajan en la acera... en los mercados... en los puestos
de frutas y verduras... en la mujeres… en los hombres que trabajan sin
cesar…
Hoy estoy un
poco nostálgica...se nos acaba el tiempo... ha sido un día precioso... y
amigos... me encuentro tan bien aquí que no quiero marcharme... Quiero
seguir disfrutando del privilegio de estar aquí... disfrutando de la vida...
si... aquí... en Calcuta... disfrutando de las pequeñas cosas que son las que
construyen nuestro mundo... quiero seguir empapándome de las palabras de cariño
de todos los niños... palabras y gestos que me colman de felicidad... de los
abrazos, de las palmaditas en el hombro que me llenan de dicha y secan algunas
lágrimas... porque en todos mis viajes a India... también hay lagrimas... de
muchos tipos diferentes... de alegría... de emoción... de tristeza... de
dolor... de impotencia… de rabia…
De verdad
creo que una sonrisa puede cambiar nuestro entorno y volverlo más alegre e
ilusorio... y esta ciudad que siempre he dicho que es mágica y tiene algo que
engancha... esta plagado de pequeños gestos de amor y ternura que consiguen
hacerte plenamente feliz... muchos pensareis que me he vuelto loca pero
otros... que habéis estado aquí... y habéis aprendido a mirar las cosas con el
corazón abierto seguro que me comprendéis...
Si algo me
ha enseñado esta ciudad y su gente... es a disfrutar... disfrutar de las cosas
bellas que hay a nuestro alrededor, de un amanecer, una flor, un paisaje, una
puesta de sol, un paseo al campo o la playa. Me ha enseñado a disfrutar de la
lectura de un libro, de una pieza musical, de una obra de arte... me ha
enseñado a disfrutar del beso de un ser querido, de cada caricia... de todas y
cada una de las personas que fomran mi mundo, que me protegen, que me sostienen…
Son tantas
cosas maravillosas las que a diario suceden... que no gozamos a plenitud y que
hacen tan bién para el mente y el corazón... Si... son esas pequeñas cosas y
detalles las que construyen nuestro mundo... y estan al alcance de nosotros
para tomarlas, vivirlas y disfrutarlas, depende de nosotros el aceptarlas para
vivir plenamente...
Hoy en
Prayasam lo hemos vivido así…niños y mayores… todos unidos… todos a una… para
construir un futuro lleno de felicidad…
Namaste
amigos…
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