Cada año venimos a Kobardanga con la agenda repleta de
tareas, no sobra un segundo para nada, ya veis lo poquito que este año he
podido escribir, la actividad es tan intensa que tiramos por lo que nos mueve
no porque el cuerpo nos responda. A las condiciones que nos encontramos tenemos
que sumar el agotamiento y en la mayor parte de los casos la enfermedad, las
diarreas, los vómitos, la mayor parte de las veces incontrolables…y la ausencia
de aseos en Calcuta a veces hace que te pille en mitad de la calle y tengas que
descargar en cualquier esquina o dar grandes carreras concentrado para que no
salga antes de tiempo hacia el aseo más cercano…que son pocos pero todos
tenemos más que localizados.
A pesar de esas circunstancias adversas, provocadas por
la contaminación, el monzón, el cansancio, la comida, los aires acondicionados…pasamos
el año entero pensando en volver a este lugar que tiene algo que atrae...de una
manera extraña y para siempre…quizá en nuestro caso lo que nos mueve a volver
una y otra vez son los niños, sea Kobardanga…todos lo vemos como un paraíso,
pasamos el año pensando en los niños, en todo lo que vamos a hacer con ellos,
los talleres, la fiesta, las actividades con los chavales, para hacerles la
vida un poquito más fácil. El primer paseo hasta el cole cada año es especial y
único, no puedo describir los nervios que se sienten en ese primer paseo cada verano…y
la sensación de entrar por las puertas de Kobardanga y ver esas caras de
alegría, esas sonrisas…saben que venimos a quedarnos unas semanas y saben que
las próximas semanas lo pasaran en grande, empiezan las Spanish Clases que
están esperando, todo serán alegrías, todo serán juegos y diversión.
Pero esa no es la verdadera vida en Kobardanga…y solo te
das cuenta de la dureza de todo esto si quieres verlo y con el paso de los años
uno va profundizando más y más y cada vez se hace más difícil el día a día y sobre
todo las despedidas…en mi caso he creado lazos muy fuertes con muchos de ellos
e irme de aquí es un poco abandonarles… o son ellos los que se quedan y yo me
siento abandonada? No lo sé…
La verdadera vida de estos niños no es lo que vemos en las
dos semanas de voluntariado, la vida en Kobardanga es difícil, dura… aunque a
la vez fácil si lo comparamos con lo que estos chavales tendrían en la calle…la
vida en Kobardanga no son juegos…no es diversión, no es cariño…no son
atenciones. La vida empieza muy, muy temprano, demasiado temprano, en el caso
de los niños que viven un poco alejados del colegio su día a día empieza a las
4 de la mañana que es cuando les levantan, tienen unas horas para las duchas,
recoger habitación y deberes, un desayuno ligero y a las 7 de la mañana tienen
que están en el cole para formar filas cual ejército, ver la programación del
día y empiezan las clases…todo ellos dirigido por un “Principal” una especie de
Director del Colegio que se parece más a un sargento coronel nazi que a una
persona…solo sabe dar órdenes, solo sabe levantar la voz a los chavales y no
les deja expresarse…. Según cuentan los niños solo el puede hablar, no existe
diálogo…
Después de las clases, alrededor de las 14h y tras solo
haber realizado un descanso, los chavales pueden dormir una hora de siesta que
la mayor parte aprovecha para seguir estudiando…por las tardes clases de
refuerzo y más y más y más horas de estudio…exigencias a un nivel demasiado
exagerado para chavales…algunos de ellos no terminan los deberes hasta
medianoche y esto es demasiado teniendo en cuenta que les levantan a las 4 de
la madrugada…
A todo esto se suma la cantidad de gente que trabaja en
el cole solo para cubrir las necesidades básicas, cada año echo en falta en
este colegio gente que se preocupe por los chavales, gente que les escuche,
gente que les de cariño que les cuide que les enseñen a entender las etapas por
las que van pasando, alguien con quien puedan hablar, con quien puedan
desahogarse… cuando nosotros venimos aquí los niños nos cuentan miles de
historias, muchas de sus preocupaciones, sobre las cosas del día a día, sobre
su futuro… cuando nosotros nos vayamos ¿con quién hablaran el resto del año?
En temas sanitarios, la cosa ha mejorado sustancialmente
en los últimos años, la llegada de Manosi ya os he contado como ha cambiado las
cosas, pero no es suficiente… A partir de las 5 de la tarde el colegio se queda
vacío, la mayor parte de los trabajadores terminan la jornada… una jornada
larga, muy larga… no hay conductores… no hay enfermeras… y si hay una urgencia…
se quedan solos…
Paso el año pasado cuando Sharmila se tomó las pastillas
y ha pasado este año dos veces con Raju…con el primer ataque estaba tranquila
porque nuestros médicos le atendieron y se lo llevaron a urgencias rápido…con
el segundo ataque…no sé cómo describiros como me sentí…el director de cole
acababa de regañarle…a gritos por haber faltado a clase tres días (estaba con nosotros
haciéndose mil pruebas para ver si averiguamos porque esos ataques y esas
convulsiones…)…a gritos que se escuchaban desde el patio…Raju no podía
defenderse, explicar que estaba con nosotros en el hospital… Manosi el día
anterior le escribió una nota pero ni eso le servía…gritaba que le echaría del
colegio… Raju…vuelve a caerse y empieza a convulsionar de nuevo…entramos allí y
es desolador…ellos piensan que es fingido…llamada de atención…pero Monica, Ines
y Laura están allí para ver que eso no puede ser teatro… quiero una ambulancia
pero vuelve a no haber conductores, el Brother no está en el cole y después de
mil gritos y discusiones con el Manager y la enfermera…que nos es
enfermera…tras más de media hora aparece el Dr. Saha cuando Raju ya se ha medio
recuperado y duerme agotado…El Dr. Saha apoya la opinión de Director de que
todo es una llamada de atención….
¿Qué pasa detrás de esas puertas cuando nos vamos? Muchos
de los niños viven aterrados por las exigencias…por el miedo a no llegar… y
están solos…con sus preocupaciones y sus inquietudes…y lo duro de esto no es
darse cuenta de todo esto que os he contado…es darse cuento de que no podemos
hacer más de lo que ya hacemos…pero ese poquito…ese granito de arena no podemos
dejar de dárselo nunca…
No hay comentarios:
Publicar un comentario