Llevo
ya unos días muy nerviosa. La mayoría de vosotros ya lo sabe, el 2014 empieza
con un viaje relámpago a mi “paraíso” en Calcuta… Si, habéis leído bien, he
dicho paraíso… ya me conocéis….este será mi quinto viaje y aunque se donde voy
y lo que me espera allí… estoy nerviosa…me cuesta dormir y concentrarme en lo
que hago…y todavía quedan 7 días para salir…
En
cierto modo, es como volver a un hogar, es una vuelta a casa… y es curioso…(de hecho,
pensareis que estoy loca)….porque no veo el momento de volver al tráfico
frenético de siempre, al ruido penetrante e incómodo, a ese inconfundible olor
que no he sido capaz de describir en cuatro años…
Si…definitivamente
estoy loca… y probablemente la mayoría de vosotros nunca llegareis a
entenderme, pero es que me siento cómoda allí…y es que Calcuta es especial y es
difícil de describir los motivos… Calcuta es el Brother… un referente en muchos
sentidos, Calcuta es el Sunflower, las samosas y las pakoras en la calle, los
eggroll…el chai en la tienda de Pinku, los lassies… Calcuta es Akash y Sanyai,
Calcuta son los taxis amarillos, los rickshaws…el metro…el tranvía…el tráfico,
los olores… el yogurt en el barrio musulmán, la fruta en la calle…la gente… los
amigos… Calcuta es Kobardanga, los mercados en la calle…los niños… mis niños…
Los
voluntarios médicos llevan allí una semana y desde entonces cada día me levanto
y lo primero que hago…incluso desde la cama…es mirar el teléfono nerviosa para
ver que noticias tenemos…para ver si nos han escrito, para ver las novedades…para
ver alguna imagen de Calcuta y del cole…de los niños…. Otros años he vivido
esto mismo…pero este año es especial…porque en solo 7 días yo estaré allí con
ellos…
Las noticias que nos llegan, como todos los años
son agridulces…es maravilloso ver algunas imágenes…ver cómo cambia el colegio,
como se hace cada año más grande y más acogedor…como crecen los niños y se hacen
mayores… como esas sonrisas permanecen invariables, esas miradas limpias,
pacíficas, penetrantes y tolerantes, esas sonrisas acogedoras, alegres y verdaderas
que te hacen sonreír nada más verlas…
Pero también
llegan noticias no tan buenas…casos graves, urgencias…visitas a médicos… diagnósticos
que se clavan en el corazón y duelen…
En una
semanita amaneceré en Calcuta y volveré a escribiros desde allí…para que viváis
esta nueva aventura conmigo…porque en este viaje además de acompañarme grandes
amigos…me acompañáis todos los que os quedáis aquí…una gran familia de la que
me siento orgullosa y muy, muy afortunada…¡Namasté amigos!
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