Jueves 09 de agosto
de 2012, 22:35h, desde la habitación del hotel
Hace días que no
escribo y es que como ya sabéis los días en Calcuta de voluntariado son muy,
muy intensos, llevo dos días seguidos en los que he llegado al hotel tan
agotada que he tenido que hacer un sobresfuerzo grandísimo para tan solo darme
una ducha y meterme en la cama directamente...
Han sido dos días
de madrugón y de actividad intensa en los que además el calor no nos ha dado ni
una sola tregua…ya no sé si prefiero este calor…o el monzón y las inundaciones
del pasado año…Este calor húmedo, que hace que sudemos a borbotones…que hace
que te sientas sucia desde el momento en que sales de la ducha y te vistes para
salir a primera hora… este calor pegajoso…ese calor y ese sudor que hace que
desprendamos ese olor característico… todo esto nos deja derrotados…y cuesta
hasta moverse…aunque si te paras es casi peor…
Podría seguir en la
tónica de la última entrada en el blog…narrando paso a paso y punto por punto
todos nuestros movimientos…pero estoy cansada y no me encuentro con fuerzas
para irme 3 días atrás y empezar a dar detalles. Además han sido días muy
intensos en los que han ocurrido muchas cosas, demasiadas cosas y algunas de
ellas no quiero que se queden aquí descritas...quiero que el tiempo las
borre...
No quiero contaros
paso a paso lo que ha pasado pero sí que quiero dejar descritos momentos
mágicos, momentos de recarga de energía absoluta cuando crees que estas
acabado…y la sensación de pasar de 0 a 100 en solo un minuto… esos son los
momentos y las sensaciones que hacen que todo lo que hacemos valga la pena…
esos son los momentos que quiero dejar aquí escritos, no porque quiera que os
lleguen, porque me consta que leído desde la distancia y sin conocer a estos
niños no llegareis a entenderme, los dejo aquí para recordarlos de vez en
cuando, para que al leerlos pasados los meses…pueda cerrar los ojos y
trasladarme aquí, a Kobardanga…para que me recarguen las pilas como lo hacen
cuando estoy aquí…porque escribiéndolo me llevo un poquito de esas sonrisas, de
toda la sensibilidad y la inocencia de estos niños que han cambiado mi vida,
que me dan muchas lecciones a diario, que me hacen replantearme tantas y tantas
cosas….Y es que como cada año…y será así siempre…hay momentos y hay personas
que son los que hacen que todo valga la pena…
Y tengo que empezar
por un momento tierno del que ha hecho posible todo esto, un momento especial
de un hombre que es sin ninguna duda un EJEMPLO a seguir, un hombre que lo ha
dado todo por los niños, un hombre serio y reservado que se desvive por el
bienestar de los niños…
Primer Momento… “14:00h, no puedo deciros si fue martes o
miércoles… porque desde que llegue aquí perdí la noción del tiempo y no sé que
día ha pasado cada cosa… El Brother Xavier viene a buscarme al comedor junto
con un hombre, es el representante del laboratorio que nos venderá las vacunas,
nos reunimos con él en una mesa allí mismo para ver presupuestos y fechas…el
Brother está negociando y esta serio… En ese momento entran las niñas pequeñas
a comer…y se acerca Sita…se sienta en las piernas del Brother….Sita es una niña
muy pequeñita…de 5 años….el Brother recogió a esta niña y a su hermana Guita de
la calle prácticamente moribundas…Sita es muy pequeñita…pero tiene una energía
y una vitalidad que no puedo describiros…es como un monito que trepa y se te cuelga
del cuello en cuanto te ve aparecer por la puerta…Sita se sienta en las piernas
del Brother y empieza a juguetear con el cuello de su camisa blanca….En ese
momento el baja la cabeza…acaricia la cabecita pequeña de Sita y una sonrisa tierna
y sincera ilumina la cara del Brother…la mira y la acaricia como un padre que
mira con cariño y con ternura a su hija pequeña…”
Segundo momento… “17:45h, cualquier día de la semana, a la
entrada del cole…estoy sentada en una silla, intentando organizar la reunión de
la noche del grupo de voluntarios, estoy sola…y de fondo el coro que dirige
Moni…las voces angelicales de los niños salen por la ventana y me llegan…me
llegan a los oídos y mucho más dentro…no son solo voces…”
Tercer momento… “11:00h de la mañana…los voluntarios
preparan en el comedor los talleres y otras actividades, algunos están
agotados…por las diarreas, el calor, el sudor… el agotamiento puro después de
empezar el voluntariado a un ritmo del 200%...algunos apoyan sus cabezas sobre
las mesas y se echan una cabezadita…en ese momento aparecen los niños y pasamos
de 0 a 200 en solo un instante…nos rodean , nos abrazan, nos dan cariño y
nosotros a ellos, jugamos, charlamos, son solo unos minutos pero ya tenemos las
pilas cargadas y podemos seguir nuestra jornada…energía pura...”
Cuarto, quinto,
sexto, séptimo momento…”Cualquier momento
del día…miradas…muchas miradas… de esas que hablan…que no necesitan ni una sola
palabra…miradas de complicidad, miradas de amistad, miradas familiares,
cercanas, cálidas, de esas que reconfortan, miradas que busco y que por suerte
encuentro…miradas que tranquilizan y que hacen que me sienta acompañada,
apoyada, segura y sobre todo feliz…”
Octavo,
noveno…decimo…infinito….momento…
“Cualquier momento del día…caricias…una mano pequeñita de cualquiera de los
niños que te acaricia la cara o que toca la piel blanca de nuestros brazos y la
miran con curiosidad…caricias constantes, abrazos…y miradas
también…tiernas….con esos ojos grandes que lo iluminan todo, con esa mirada que
tiene detrás tanto vivido y que dicen tantas cosas…”
Hoy me voy a dormir
con la sensación de que todo empieza a ordenarse, me voy a dormir tranquila aunque
con sensación de que ya los días empiezan a pasar volando de verdad…voy a
cerrar los ojos y tratar de no pensarlo…voy a cerrar los ojos y a tratar de
pensar en estos momentos que os acabo de describir…en estos momentos que se han
quedado en mi cabeza y que siempre quedaran ahí…aunque lo más probable es que
en cuanto cierre los ojos me quedare profundamente dormida…son más de las 00h y
estoy muy cansada…
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